Lun. Nov 3rd, 2025

Calidad, marca personal

Parece que los últimos tiempos los datos cuantitativos, tangibles y demostrables…, priman sobre todo lo demás y consiguen eclipsar el buen trabajo. Además se añade la nueva forma de “mercadeo” con personas, que se vislumbra en cada esquina; pero… todo debe tener un límite, especialmente si hablamos de personas e historias de vida donde una correcta orientación es la diferencia de un futuro pleno y realizado.

Por todo ello, y precisamente el hecho de trabajar con personas, se hace necesario e imprescindible la CALIDAD, que debe lucir como la máxima competencia del orientador, pero… ¿de qué estamos hablando, cómo se concreta esta idea abstracta?.

Al igual que Copérnico trasladó el centro de gravedad de la Tierra al Sol, el orientador/a debe mover el “centro de gravedad” del egocentrismo personal y cuantitativo (horas de atención, excusas con tecnicismos…), al de la persona atendida en términos cualitativos.

La calidad es ser el mejor profesional posible, en una mejora constante, reciclaje y productividad, eficiencia…, debemos ser una “ventana abierta” a nuevas posibilidades que catalicemos y traslademos en nuestro trabajo diario, por y para las personas que tienen nombre y apellido, además de una historia de vida, que además ha depositado una confianza en el servicio de orientación y por ende en el profesional que le atiende.

Así el orientador debe cumplir una serie de competencias, principios éticos y hábitos de trabajo, dirigidos a la máxima CALIDAD, de las que no deben faltar:

• Inteligencia emocional: desde mi punto de vista una de las claves y diferenciadoras de una buena y correcta atención, donde el apoyo emocional complemente el resto de acciones, con un fin integrador.

• Competencias digitales: el uso e interiorización de las TICs y NN.TT., para ser más eficaces e innovadores, además de transmitir este mismo conocimiento y creatividad en nuestro trabajo diario.

• Formación y Reciclaje: reinventarse a nivel personal y profesional, motivando a los usuarios y proyectando soluciones creativas, dentro de un plan secuenciado correcto.

• Gestión y productividad: Es vital el correcto uso y gestión del tiempo, a través de una correcta planificación, con el conocimiento de una serie herramientas necesarias, que lleven a vivir y trabajar en un entorno de planificación, orden y eficiencia.

• Específicas: Motivación, Iniciativa, análisis, trabajo en equipo, seguimiento, orientación y servicio al usuario/a, ayuda personalizada y guía estructurada.

Me gustaría terminar, conectando con la idea planteada al principio del artículo: qué es la CALIDAD; pues bien NO es calidad: la falta de interés, la carencia o deseo real de ayudar a personas, las excusas centradas en la consecución de objetivos cuantitativos, y en definitiva todo lo distinto a la mejora de la mejora integral de la persona atendida, a través de una orientación humana adecuada.

Por Ismael

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