¿Recuerdas cuando alguna vez en tus años mozos, quizás un par de veces consideraste escribir algo?, quizás pereza, para qué…, hoy aparece la solución con un término que puede dar respuesta: el journaling, o llevar un diario, ha pasado de ser una práctica personal a convertirse en una herramienta estratégica para el crecimiento profesional.
El journaling consiste en registrar de manera regular tus pensamientos, experiencias, logros y desafíos relacionados con tu trabajo. Puede ser tan simple como anotar tus tareas diarias o tan profundo como reflexionar sobre tus metas a largo plazo.
Pero es mucho más, aquí encontramos un método con beneficios de autoconocimiento, autoconciencia, foco, creatividad y productividad. Que además llevan a identificación de metas y su consecución.
Dicho esto, cómo adoptar el journaling en tu rutina profesional. Elige un formato: Puede ser un diario físico, una aplicación digital o simplemente un documento en tu ordenador, pero establece una frecuencia. Dedica unos minutos cada día o semana a escribir, haz preguntas: plantéate preguntas como «¿Qué aprendí hoy?», «¿Cuáles fueron mis mayores desafíos?», «¿Qué puedo hacer de manera diferente la próxima vez?», por último, reflexiona: dedica tiempo a analizar tus escritos y a identificar patrones.
Por último, hay que integrarlo desde una realidad que no sea un “ladrón de tiempo”, que provoque que fracasemos antes de empezar. Si me permites compartir un modo de entender los procesos, la solución puede ser utilizar los micromomentos, para utilizarlos en alcanzar las metas, objetivos o conocimientos.
Así el journaling es crear un especio “lúdico-creativo” donde encontrar las metas, en un entorno creativo y de descanso. En mi caso he descubierto todo esto a través de la herramienta Goodnotes (puede usarse cualquier otra), y es que volver a realizar trazos con un lápiz y alejarme de los teclados, donde puedo crear textos con imágenes, ideas fluidas que como un flujograma o proyección se recolocan todas las ideas en el lugar que tienen que estar, pero “jugando” y creando algo sin un objetivo claro pero que ocurre como todo, “se va haciendo camino al andar”.
Retoma el lápiz (digital o no) y reutiliza esos pequeños momentos perdidos para regalarte unos momentos de reconexión.
Por IsmaelOrienta.
